Los buenos ciudadanos son los que con sus buenos ejemplos se convierten en parte del grupo que ama y construye, alejándose de los que odian y destruyen. Amar al terruño no es solo decirlo, es practicar la buena convivencia en la práctica.
Si usted ama a La Romana, no lance basura a las calles.
No produzca ruidos.
No obstruya las aceras.
No sea parte del caos en el tránsito.
No desperdicie el agua.
No viole los códigos de seguridad eléctricos.
Eduque y dele buenos ejemplos a sus hijos.
Respete a los demás no haciéndoles a otros, lo que no le gusta que le hagan.
Sea cortés y amable.
Honre sus compromisos.